Los celos entre hermanos son normales en la etapa de crecimiento de los niños y es imposible erradicarlos. En cierto grado son necesarios, porque enseñan al niño que no todo es siempre para él y ayudan en las relaciones posteriores, fuera del núcleo familiar.
Todo niño necesita sentirse importante, comprendido, incluido y ÚNICO. Lo más importante es darse cuenta que uno siente celos de otro cuando se siente en situación de desventaja respecto de él. No importa si la situación es real o no, porque lo que si es real es el sentimiento de celos que experimenta el niño.
La vida familiar presenta desventajas intrínsecas para los hermanos.
Unos son mayores y van al colegio, otros pequeños y están con mamá. Todos quieren tener la atención y el amor exclusivo de los padres.
Si la situación en casa se lleva constructivamente, los celos tienen que enseñar que el compartir el amor no equivale a menos amor.
Es importante también darse cuenta de cómo vivieron los padres los celos en su infancia; qué puesto ocupaban en la familia, cómo se sentían respecto a sus hermanos, si hubo alguna situación de celos.
1. ¿Cómo disminuir los celos de los niños?
Respetar la individualidad: la solución no está en tratar a todos los hijos por igual, dedicarles igual de tiempo y atención, sino en tratar a cada uno según sea y dedicarle según sus necesidades.
Evitar las comparaciones: ¿por qué no eres como…. yo, tu hermano, el vecino? . Si un hijo siempre sale beneficiado será el terreno abonado para los celos. Si se trata igual a los dos por una cosa que solo ha hecho uno, también. CADA NIÑO ES UNICO y como tal tiene que ser tratado.
El autorespeto: para enseñarlo, los padres se tienen que respetar ellos (necesidades, tiempo).
La atmósfera familiar: respeto por la individualidad y necesidades de cada uno, y de responsabilidad de cada uno. Clima de cooperación en lugar de clima competitivo
La propiedad de los sentimientos: Libertad de sentir si, libertad de actuar no. Ej. Estas furioso porque Pedro te ha quitado tu juguete, pero sabes que no se puede hacer daño, toma este cojín, o este muñeco y pégale todo lo que te gustaría pegar a Pedro.
Ayudarle a expresar las emociones negativas: pegando a un cojín, sacando la rabia con palabras, con expresión corporal, con música, dibujando. Hacerle dueño de ellas, pero no criticárselas o juzgarle mal por tenerlas.
No juzgar. Separar la conducta del ser, por ejemplo: cambiar “tu eres..” por el “yo me siento…”.
Ser un buen ejemplo. Si yo me valoro, respeto mi tiempo y necesidades, soy un vivo ejemplo para mi hijo.
Amar incondicionalmente. Por supuesto que los actos tienen consecuencias y el niño tiene que ir adquiriendo responsabilidad de sus actos, pero no supeditado al amor de los padres. No construyas frases tipo: como te has peleado con tu hermano, ya no te quiero.
2. ¿Cuándo se incrementan los celos?
Los celos se incrementan ante el nacimiento de un hermano, la entrada al cole, los cambios de casa, de cuidadora, las separaciones.
Se dan más entre niños del mismo sexo y de edades parecidas, por las mismas necesidades de la etapa evolutiva que experimentan.
En estos casos, es importante EL TIEMPO DE ATENCION CONCENTRADA que dedicamos, sobre todo estar alerta cuando piden más y más cosas, ya que suele ser que necesitan más tiempo en exclusiva.
3. ¿Qué hacer cuando nace un hermano?
En el caso del hermano mayor hacerle participante activo de los cuidados del pequeño, él es el que da el masaje y mamá sólo ayuda.
Hacerse cargo de sus involuciones, ahora quiere otra vez biberón o se vuelve a hacer pipi en la cama, etc. Sin ridiculizarle por ello. Observar si es pasajero o si necesita otro tipo de ayuda
Es muy importante realizar alguna actividad a solas con el niño.
La rabia que siente por su hermano se puede mitigar si le permitimos expresarla, canalizándola, pero sin dejar que la exprese haciendo daño al hermano o a nosotros.
Puede resultar útil contar cuentos o historias relacionadas con lo que está viviendo. Poner palabras a sus sentimientos, ayudarle a expresar lo que siente. Sin juzgar.
Y sobre todo, evitar hacer comparaciones entre hermanos, ni a favor, ni en contra. Decir a cada uno lo que nos gusta de su personalidad.
4. Estrategias para evitar peleas
Cuando veas una pelea entre hermanos pregunta si es en broma o en serio. Si los dos dicen que es en broma, no se debería intervenir.
Establecer límites y normas para mejorar la convivencia en casa. Por ejemplo: descalzarse al entrar en casa, prohibido tirar del pelo o jugar con la comida. Es necesario recordar de vez en cuando las normas.
Para descargar la agresividad, si los hermanos se pelean demasiado, se puede proponer una batalla de cojines o de globos. En ella, los padres pueden participar y pasar un buen rato de juego juntos.
Para bajar la tensión, los padres deben escuchar a ambas partes. En algunas ocasiones, los hermanos tienen que discutir a solas sus propias diferencias para que aprendan a buscar una solución. En estos casos no sería necesario intervenir.
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